lunes, 25 de junio de 2007

Pérdidas. Vestido de lunares y ganas. Recuperado.

Pasó San Juan, y parece ser que no quemé ni penas ni malos aires. Bailaba a la luz de la media luna, cantaba y perdí mis gafas. Perdí las ganas y mi vestido de lunares, y ahora pienso en lo poco que vale un vestido si lo comparas con las ganas. Otras gafas por 5 euros, ilusión que vuelve con el tinto de verano. La ropa tendida en el patio, las ideas colgando de pinzas de colores. La lavadora que gira, como gira la vida. Café de la mañana de risas y comida de lágrimas. Nadie lo entiende, ni tú misma. Vacaciones sin vacaciones, verano urbano sin playa, calor sin euros. Nuevos retos pero con traje, y eso no mola. No me gustan las camisas. No me gusta ver pasar la vida de los otros. No me gusta trabajar para no tener dinero. Pasó San Juan sin que yo me diera cuenta, y nadie me avisó de que echara todo a la hoguera. Pero hoy me ha dado por quemar, aunque he tardado un poco. Café de risas, comida de lágrimas, pero noche de esperanza. Y de ideas recogidas del tendedero, y ganas encontradas, que sustituyen, y con creces, al vestido de lunares. Ahora es de noche, ha sido un día muy largo, he destruido, he autodestruido, pero he parado a tiempo, que eso es lo que cuenta. Quiero seguir rompiendo vestidos, para seguir encontrando nuevos caminos. Ahora lo veo todo más claro. Canté luna como ninguna, grité lorenzo ésta es para ti. Sóla, voy a vivir sóla. Eso creía. Ahora me doy cuenta de que no. En la vida la gente va y viene, si no sería muy aburrido.