domingo, 18 de enero de 2009

Amarcord


Ha llegado una super8 a la farmacia, y hemos decidido hacernos cineastas a lo Fellini. Bailaremos mambo italiano como Sophia Loren y nos pondremos pamelas negras sobre gafas gigantes. Bailando llegamos, el otro día, al corto "Cosas que nunca se olvidan", nominado a los Goya y lleno de niños en pantalón corto que juegan a futbol entre polvo y callejuelas de casas blancas. También hay noches que nunca se olvidan, de las que a veces incluso, ni consigues reponerte. Yo siempre recordaré esa noche de sofá de bar con la persiana cerrada. Hay empezaba todo lo que acabó al amanecer en la cubierta de un barco abandonado. Bueno, acabó de otra forma, más tarde, y con más dolor. Pero esa es otra historia. Y esa si que se olvida, para quedarte con lo bueno, el barco y el sofá.

miércoles, 14 de enero de 2009

La grieta de Dona


Antes veía las pelis así, en dos pantallas. Era la única forma de que tuvieran sonido y yo me fui acostumbrando. Ahora casi echo de menos ese duplicado pequeñito. No te aportaba nada nuevo, (aparte del sonido, básico) pero estaba ahí, siempre, a pesar de que no tenía nada que hacer frente a la pantalla gigante que ocupaba el resto de la pared. Hoy la farmacia está de luto, murió Dona, la perra de Pablo. De repente ya no está y en una pared ha aparecido una grieta gigante. Yo pienso que es la grieta de Dona, aunque parece que la quieren tapar. A veces una capa de pintura te ayuda a empezar con una vida nueva, o por lo menos a tapar agujeros, que nunca viene mal. No sé, yo sigo prefiriendo las pelis dobles a las no pelis y los recuerdos a las capas de pintura.
Parece que la flequillo abandona los buenos aires, y yo estoy feliz porque parece feliz. Unos que van y otros que vuelven, como siempre.

martes, 13 de enero de 2009

Onion rings

Hay asientos que se quedan así, vacíos, de repente. Hay preguntas inesperadas que uno no sabe de dónde provienen, como balas perdidas. Hay respuestas demasiado reales, que no convencen. Igual por temerosas, tal vez por querer acabar con la partida e irse para siempre. Yo no me quería ir ni tampoco quería que el asiento se quedara vacio. Hay veces que uno no sabe lo que es real y lo que no, lo que existe y lo que tan sólo forma parte de la imaginación de alguien...

Hace tiempo me contaron una historía. Fue alguien que conocí por casualidad una mañana de domingo con un café. Un desconocido entre más desconocidos. Y no sé, la historia se me metió dentro. Incluso empezaron a pasar cosas extrañas en mi vida, gatos tuertos, casas en cuarentena, amnesias... Ey, quiero saber más!

lunes, 12 de enero de 2009

Rojos


Sabes? Si le das un beso al cristal te vuelves transparente. Para siempre. Pero... y luego cómo podré hacer para que la gente me vea? Muy fácil, otro beso. En los morros rojos del escaparate.

domingo, 11 de enero de 2009


Nieve y masajes. Manos que tocan, que acarician, que pellizcan, que amasan. Cuerpos desnudos, sexis, muy sexis. A cuatro manos, sienten tu cuerpo, les gusta. Fuera hace frio y el aceite resbala por tu piel que se estremece con cada caricia. Digital, nudillar, dactilopalmar...He aprendido a hacer masajes y me los han dado, gran finde.
Romeo y Julieta de 5 a 6. Proyecto con Pablo. A ver si sale. Kellys Kapouskis y mundos paralelos según la hora.
Mis plantas ahora son blancas y antes eran verdes, debe ser el invierno, que a mi me enfría los pies y a ellas las deja sin esperanza. Misión de Sancha, resucitarlas.
¿Alguién quiere un masaje??????

viernes, 9 de enero de 2009

Farmacia 5




Hace ya mucho tiempo que se acabó Calvario. Se acabó un verano, con la ventana abierta y una gran fiesta. Se fue la pequeña flequillo, a Paris, y yo me trasladé a Farmacia. Aquí es invierno, y nieva y falta una ventana. Explotó por exceso de energia, no sé si buena o mala, presiento que buena. En cualquier caso exceso, como debe ser. Fue grande lavapies, y calvario, y yo feliz, muy feliz. Luego viajé con quien viví, y fui Sancha. Lo sigo siendo, aunque me faltan misiones, y Quijota, que está lejos. Y si vamos a Nueva Orleans? Adios DF, nos queda un largo camino por recorrer. ¿Paris Texas? Two margaritas, please. Un hotel de cortinas rojas en San Francisco acabó con nuestro viaje, y volvió la Farmacia, como siempre llena de amor. Ya no estaba Jordi, el rubio, pero estaba Pablo, que pinta paredes. Aquí se baila cabaret y se bebe mucho vino, siempre bajo esa luz de proyector que hace inconfundible nuestro salón. Tenemos gatos y perros, y a Antonio San Juan metido en un armario. Aquí de vez en cuando la melancolía se apodera de mi, y lloro, pero no porque esté triste, sino porque he sido mucho más feliz. Parece que ya no consigo llegar a ese punto. Parece que el frio me ha congelado el corazón, aunque sigue rojo, muy rojo, eso es lo que no me cuadra, y lo que me hace sufrir. Mañana descubriré el tacto. El tacto de las cosas que no siempre percibimos. Tocaré todo, las paredes y las pieles y os seguiré contando cosas. He vuelto al mundo de las vidas por escrito, y lo mejor es que esto me ha hecho volver a vidas escritas que ya no recordaba. Seguiré escribiendo, siempre. Para no olvidar y poder tener una tarde como la de hoy: de nieve y corazón rojo.